Mientras algunos se juegan el futuro y el de sus familias a la hora de elegir una carrera, para otros es como echar a rodar un par de dados y, si tienen suerte, puede que le achunten medio a medio y terminen estudiando algo que finalmente les gusta y acomoda, o definitivamente puede que obtengan un muy mal juego y, luego de acumular inasistencias y ramos reprobados, terminan desertando. Pero estos azarosos estudiantes, ¿se habrán preguntado alguna vez cuánto le cuesta a sus padres estos años de estudio?
Si hicieramos el ejercicio de calcular el costo de manutención anual de un estudiante de una carrera standard (matrícula y mensualidad), más los costos asociados como transporte, alimentación, internet, celular, entre otros, podríamos llegar a cifras por sobre los 3,5 millones de pesos, y pienso que me estoy quedando corta. Si consideraramos el valor de carreras más caras como diseño, arquitectura, medicina, los costos pueden incluso superar los 5 millones, dependiendo por supuesto de la casa de estudios escogida, y en el caso de las primeras, los materiales de trabajo.
Sumando y sumando... sale bastante “conveniente” la gracia de estudiar “lo que más me tinca” ¿o no? Si estos mismos estudiantes tuviesen que pagarse su carrera, ¿habrían hecho la misma elección o lo habrían pensado más?